Las úlceras pépticas no siempre presentan síntomas. Éstos pueden aparecer y desaparecer. La comida puede incrementar el dolor en el caso de una úlcera gástrica, pero cuando se trata de una úlcera duodenal el alimento puede aliviar el dolor.
Los síntomas incluyen lo siguiente:
Dolor que corre
Puede despertarlo
Puede cambiar mientras come
Puede durar unos cuantos minutos o varias horas
Sentir inusuales retortijones de hambre
Náuseas
Vómito
Pérdida de apetito
Distención
Eructos
Las úlceras pueden generar complicaciones serias y dolor abdominal severo. Las complicaciones incluyen lo siguiente:
Sangrado, el cual puede ocurrir sin que haya otros síntomas.
Los síntomas del sangrado incluyen:
Heces negras y retenidas
Vómito que se presenta como granos de café
Debilidad
Mareos
Anemia
Rompimiento de la pared del duodeno o del estómago (conocida como una úlcera perforada). Los dolores repentinos y severos son síntomas comunes de una úlcera perforada.
Tejido cicatrizado que se encoje y eventualmente cierra la válvula que va del estómago a los intestinos. Esto bloquea el paso de comida a través del sistema digestivo. Los síntomas del bloqueo por cicatrización del tejido incluyen los siguientes:
Vómito
Pérdida de peso
Dolor intenso